La
Huelga Feminista del 8 de Marzo, un hito histórico
“Aquellas
que eran vistas danzando eran consideradas locas por
aquellos que no podían oír la música.” Nietzsche
Ayer,
al unísono en más de 140 países del mundo, de manera
intercontinental, las mujeres bailaban juntas la misma
danza contra el patriarcado. Las calles se llenaban de
piquetes, se ultimaban las pancartas, globos, camisetas, se
sonreía con la locura de la complicidad. Batucadas,
caceroladas, marchas nocturnas, toma de edificios para
pernoctar en ellos, asambleas feministas, reuniones para
resolver dudas sindicales. La danza era imparable.
Expectación e ilusión en el ambiente a partes iguales. Y la
certeza absoluta de que nos hemos conjurado para hacer y
cambiar la historia. ¡A las barricadas!
Hoy
me recordaba un compañero de CGT que veinte días llevan los
medios radiando en prensa y televisión sobre la Huelga
feminista del 8 de marzo. Una cobertura mediática superior a
la suscitada en cualquier anterior convocatoria de Huelga
General. Es una Huelga legal, lícita y moral.
Responde a la visibilización de una deuda de injusticia
social y su lucha comprometida sin medias tintas ni trampas,
con coherencia y tesón que engrandece a la clase obrera en
su conjunto.
Nos
intentaron enterrar sin saber que éramos semillas. Florecen
nuestras ideas, nuestras emociones acalladas por tanta
educación represora. Nosotras debemos repudiar la
competencia que nos han inculcado entre las unas y las otras
y reconocernos entre iguales con la solidaridad
intangible que poseen las oprimidas.
No
estamos locas, ni locos. Es el mundo que nos rodea y que
nos constriñe, que nos explota y nos
niega, que nos utiliza y nos desampara. No es que la
masculinidad esté en peligro, es que el ejercicio de ella
tal y como la conocemos ahora vuelve el mundo peligroso y
hostil. Por este motivo acudimos a la Huelga juntas todas y
todos al mismo paso, con la misma ilusión, bajo las mismas
consignas. Nuestra lucha es colectiva a género en cuanto a
lo que lucha de trinchera se refiere y esto, justamente, nos
da solidez y coherencia.
No
es una Huelga al uso, los escrutinios de participación a
pesar de que lleguen a superar cualquier expectativa
imaginable son demasiado patriarcales y geocéntricos como
para reconocer el avance y emancipación que supone esta
Huelga General para la conciencia social. Hablamos de
despertar sin paliativos, de remover vivencias y heridas, de
pedir justicia reconociéndonos en el estrato más bajo de la
balanza sin que ello nos avergüence y valorar nuestras áreas
de mejora. Hablamos de un cambio colectivo de sentido
común que nos devuelva al centro y sea respetuoso con la
vida.
Los
índices de participación, a pesar de los intentos
desesperados del patriarcado, el capital y sus secuaces, no
son suficientes para parar el tsunami feminista. Nosotras,
de manera irónica hemos desobedecido reinterpretando la
Huelga aberrante a la japonesa que proponían desde el
gobierno, que nos pretendía más productivas y sumisas y nos
ha vuelto de manera reaccionaria más combativas y
coparticipativas. El llamado por el gobierno “lobby de la
elite feminista” se conjura contra el poder y la acumulación
para pedir respeto, cambiar las normas, deshacer la
opresión y volver el mundo más racional y menos
individual.
Ojalá
compañeros y compañeras tengamos la suerte de contar a
nuestras nietas y nietos que fuimos coparticipes y
propulsoras de esta Huelga General de 24 H y que esto hizo
cambiar el mundo que conocíamos, simplemente porque nos
atrevimos a soñar y desear que este fuera diferente y nos
pusimos mano a la obra.
Sin
nosotras el mundo no funciona
(comunicado enviado por la Sección Sindical del
INSS)
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